Dos caminos que han estado muy unidos ahora se separan.

Cada uno por su camino, cada uno sigue con su vida. Pero los dos siguen añorándose mutuamente, los dos se echan en falta, los dos piensan todas las noches en un "Y si hubiera hecho tal o cual", los dos recuerdan todo lo que hicieron juntos, todo lo que prometieron hacer, todo lo que les quedo pendiente por hacer y en lo que ya nunca harán. Recuerdan momentos y escuchan canciones, ven fotos y leen mensajes. A los dos se les escapa alguna que otra lágrima, pero los dos son conscientes de que si están en ésta situación es por algo; porque saben que algo que empieza siempre se acaba, que todo acaba por gastarse, que lo bueno poco dura. Porque todo ésto ya era demasiado para ellos, demasiadas preocupaciones para ser tan jóvenes, demasiadas discusiones y demasiado sufrimiento. Porque estar bien dos días no compensa con una semana mal.

Por eso, ahora, les toca aprender a vivir solos, a no depender el uno del otro, porque no pueden estar toda la vida dándose cabezazos contra una misma pared.